El tremendo poder de la tecnología lo está transformando todo. Hoy en día, la digitalización está llegando a la esfera industrial con toda su fuerza, remodelando y reinventando producto tras producto, empresa tras empresa, industria tras industria.
Smart Industry no es solo un concepto, es un enfoque que llegó para quedarse y en este artículo te contamos por qué.
Así como el automóvil moderno ilustra cómo la digitalización está transformando las cosas físicas que nos rodean, también ilustra el conjunto de habilidades en evolución necesarias para desarrollar estos productos.
Se está produciendo una integración: la tecnología de la información y la tecnología operativa se están uniendo. Si bien la mecánica y el hardware siguen siendo indispensables, la demanda de soluciones que incorporen inteligencia artificial, análisis de datos, gemelos digitales, seguridad por diseño, nube, edge computing, etc., es cada vez mayor.
El software se está volviendo cada vez más importante en el desarrollo de productos, no solo en industrias como la automotriz, sino en cualquier industria que quiera competir en el mercado actual.
La transformación digital no es solo reinventar productos industriales. Los procesos industriales también están cambiando. Las plantas y las líneas de producción se conectan y comunican, lo que permite cadenas de suministro y logística más eficientes, mantenimiento predictivo, servicios inteligentes y toma de decisiones estratégicas vitales para competir.
Para producir bienes de manera más eficiente y sostenible y permitir un ajuste rápido a las demandas de los clientes, la industria inteligente comprende una gran cantidad de tecnologías, como la robótica, la realidad aumentada y los gemelos digitales.
Los sistemas están profundamente integrados entre sí y se puede acceder a los datos en tiempo real de cada parte de cada línea de producción desde prácticamente cualquier lugar. La fábrica también se conecta a sistemas externos, mientras está fuertemente protegida por mecanismos de ciberdefensa.
En resumen: la transformación digital ha llegado a la puerta de la fábrica, llevando la megatendencia de la automatización industrial a un nivel completamente nuevo.
Una empresa enfocada en la Industria Inteligente trabaja para entender a sus clientes, adaptando su producción a lo que demanda el mercado. Para ello, atraviesa profundos cambios en su forma de entender la producción y el modelo de negocio, así como en las formas de ejecutar el trabajo. El mundo ha cambiado y la forma de hacer negocios también. Es importante entender que las tendencias no las marcan las empresas sino los clientes, quienes deciden en función de sus necesidades y gustos.
Se necesita una nueva forma de entender los proyectos de automatización, una nueva forma de crear una relación más fluida entre personas y máquinas.
Adoptar tecnología sin considerar el elemento humano es uno de los mayores riesgos que se pueden cometer. Estamos presenciando una nueva era en la que las máquinas y la tecnología han evolucionado desde ser capaces de realizar tareas físicas de forma más rápida y eficiente que los humanos, a actividades que involucran habilidades cognitivas y requieren un cierto nivel de inteligencia.
Las tareas humanas tal como las conocemos hoy en día se están transformando, dando paso a máquinas que pueden hacer el trabajo de manera más eficiente y económica. Pero la experiencia muestra que su verdadero potencial requiere que las personas y la tecnología trabajen en conjunto.
Una forma de fracasar en el objetivo de conseguir una industria inteligente es mantener apretados los departamentos o áreas de la empresa y no pensar que la información de un departamento puede ser muy útil para el resto. Los procesos obsoletos y la falta de integración entre diseñadores, desarrolladores y fabricantes limitan en gran medida la innovación y la calidad de los productos y servicios.
La flexibilidad y el progreso de la gestión se consiguen compartiendo información entre los diferentes departamentos de la empresa. Algunas empresas industriales suelen tener departamentos herméticos con poca información compartida. Venimos del tipo de trabajo donde la desinformación lamentablemente es poder para muchos, cuando la realidad es que el único poder debe residir en la información.
Una Industria Inteligente debe ser capaz de transformar la información en conocimiento para establecer mejores estrategias y ampliar su horizonte.
No cabe duda de que es un error centrarse únicamente en los intereses económicos. Las empresas también deben cumplir con sus responsabilidades sociales y ambientales. La empresa no puede ni debe olvidar su relación con la sociedad y debe ser lo más responsable posible. Olvidar esta promesa y no utilizar la tecnología para el crecimiento sostenible es una garantía de fracaso en el futuro, ya que la sociedad exige ser sostenible con el planeta y tener una fuerte conciencia social.
El mundo es periférico y gira cada vez más rápido. Se desarrolla a un ritmo de progresión geométrica que nuestro cerebro no puede comprender.
Ignorar lo que sucede a tu alrededor, no anticiparte, no ser proactivo, no innovar y tener miedo al fracaso te conducirá inevitablemente al fracaso. La innovación debe ser una parte fundamental, dinámica, que responda a las expectativas del cliente.
En TPM Pro apostamos por la transformación digital con el objetivo de un futuro industrial más eficiente, sostenible e inteligente.
TPM Pro ofrece un único centro de operaciones que le permite controlar, monitorear y administrar todas las instalaciones, activos y plantas de producción, de una manera simple, rápida y autónoma. Así, se convierte en una poderosa herramienta para lograr la transformación digital industrial para lograr una verdadera Industria Inteligente.
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